A veces creo, Doctor Fernández, que me he librado de ella, pero nunca es así. Ella encuentra siempre la manera de volver, de imponerse detrás de mis párpados, de monopolizar los silencios y convertirlos en un grito inaudible de ausencia.
El viernes, por ejemplo, sucedió algo aterrador: vi una caja en una esquina. Bastó un segundo y supe que alguien la había dejado ahí por algo. Un terrorista, Doctor: vi la caja y supe que era un acto de terrorismo esperando para ser. Y usted podrá querer convencerme de que no era nada, quizás apenas una bomba. Pero yo sé que no era eso. Alguien había dejado allí una caja para que yo piense en Ella.
Porque ella tiene miles de cómplices, ¡millones! Los veo todos los días en la calle, me obligan a pensarla con sus gestos ordinarios y su fingida cotidianeidad. Todo y todos obligándome a pensarla, Doctor. Secuaces anónimos, criminales como ella, que me secuestra en mis pensamientos, que me priva de la libertad de no amarla, que me hace víctima de su sonrisa.
Y yo qué puedo hacer, más que caminar por calles oscuras esperando que resuenen pasos, más que llegar a mi casa y revisar cada rincón deseando que esté agazapada en las sombras. Dígame, Doctor Fernández, qué puedo hacer, si ellos van dejando cajas en las esquinas.
martes, 3 de agosto de 2010
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Mmmmmmmmm qué horrible debe ser sentirse así!
ResponderEliminarNo deberías hacerte tanto la cabeza Mabel!
Qué te dijo el Dr. Fernandez?
Hay que matarlos a todos... es una gran conspiración! Pero como saber que vos misma no conspiras en su favor?
ResponderEliminarEn lugar de evitarlas, yo las enfrentaría. Les cantás las 40.
ResponderEliminarA todo o nada. Choque de planetas o calma.
Igual es probable que después frikees con otras cosas. PEro tranqui, nos pasa a todos. Todo el tiempo.
Yo tenia cajas con las porquerias de mis ex, las prendi fuego.
ResponderEliminarMuy bueno!! Hay terroristas por todos lados, cuidado! Todos enviados por Ella, por supuesto.
ResponderEliminarCreo que no hace falta que alguien deje una caja ahí para que vos pienses en Ella. Eso es lo malo de la situación, independientemente de lo que hagas, con o sin cajas, se la piensa.
ResponderEliminarLos terroristas funcionan así. El terror te invade sin que la bomba haya sido activada siquiera una vez.
Y si alguna vez llegara a explotar todo a la mierda, no queda más que juntar los escombros y volver a construir de nuevo.
La vida cuando se emperra es así. Emputecida y cruel. Y nosotros cuando nos enamoramos vamos por la calle pegandole patadas a cuanta caja se nos cruza, a ver cuál explota primero y nos arranca de cuajo alguna parte del cuerpo.
¿Cuándo nos embriagamos para ahogar penas?
Lo de Estocolmo me hace pensar que en realidad estás enamorada de Ella.
ResponderEliminarPor el síndrome. ¿Vió?
yo el otro día vi un sparkling en la vereda y me acordé de mis sesiones de improvisación e mi ex laburo ... no hay cura para los recuerdos.
ResponderEliminarEs que seguro en la caja estaba la libertad, y eso ya da terror.
ResponderEliminarEstaba eso que puede hacerte dejar de pensar en ella y en todo, con forma de bomba, o no.
Ya está, a mí no me jodan, estoy a un llamado telefónico de nominarte a dos nobels: de la literatura y de la identificación. Par Dias.
ResponderEliminarCONSPIRACION!!!!
ResponderEliminarDeberà sobre abundar en seguridad. Por que no se contrata uno de esos gatos de Fort?... tal vez se distraiga un ratito y deje de ver cajas por todos lados:
Besos
no se que me pasa pero hoy todo lo que leo me tira a bajon... igual te banco mabelita queriiiiiida!
ResponderEliminarMabel, querida.. en la firma de mi blog.. quien es la que todavía recordás como entera?
ResponderEliminarMabel, tuve que googlear tu blog!! para comentar porque si entro desde escritorio o desde tus comentarios me aparece perfil no disponible!!! ¬¬ ... sin duda ELLA te mueve toda la estanteria.
ResponderEliminarno será porque vos ya sos (o siempre fuiste) un poco Ella?
ResponderEliminarexito de blog! pasaré por acá mas seguido!
ResponderEliminarAbrazo fuerte, muaaaa
ResponderEliminarVíctima de su sonrisa, de su cuerpo perfecto y de sus palabras exactas. La puta madre
ResponderEliminarQué cosa lo de las cajas. No será la caja negra? Guarrrrda. A ver si sale la Pandora!
ResponderEliminarfuerte, lindo. qué buen final.
ResponderEliminarpd. cuánta psicología online que hay...
Pasaré por aquí más seguido... me encantó tu blog. Besos
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