¿Sabés? Cuando tengamos un hijo, le voy a contar esta historia: la Historia de Cómo me Enamoré de Vos.
"Había una vez un demonio, y el cuento ya empieza con promesa de quilombo. Porque para algunos será una historia de amor, para otros una denuncia y para otros una mitología absurda, pero de lo que no hay duda es que desde el principio perfiló para quilombo. En efecto, había una vez también yo, y se confirma que todo va a volar por los aires, así que podemos prometernos un trayecto entretenido de acá al apocalipsis.
No te asustes, pero el cuento empieza con que yo me avivo de que es tu madre la que se convirtió en el demonio. No hay de qué avergonzarse, es una condición como cualquier otra, e incluso más discreta, porque resultó ser uno de esos demonios de perfil bajo, que tienen cuernos y garras invisibles para mimetizarse (engendros de la evolución), que huelen un poco a mujer, un poco a perfume y un poco a cigarrillo (olor a demonio: Dios me libre). No es ése el problema. El problema es que se convirtió en un demonio de esos que te arrastran al inframundo si te les animás de frente y no es difícil adivinar quién ahí nomás ya estaba juntando millas para cambiarlas por un pasaje en primera para abajo, sin escalas. Así que allá fui yo a mirarla de frente y dejarme arrastrar por su sonrisa adonde ella quisiera, me daba lo mismo, porque en el momento en que te mira te empieza a dar lo mismo todo lo demás, y ni te acordás de qué planeta sos con esas caricias que te van entrando y oiga, respete el límite de la piel, no se meta tan en el alma que duele desear tanto.
En fin, que me distraigo un segundo y ¡zas!, se ha cometido la demoniada, ya no sé en qué me convirtió, no me reconozco, de repente ando preguntando al que pase: "Disculpe, ¿usted ha visto lo que perdí? Iba acá, en este lugarcito del pecho donde ahora no hay nada". No, nadie lo vio: la gente no entiende de corazones metafóricos.
Por eso decía: la historia empieza con que ella se lleva mi corazón (porque es de esa clase de demonios) y no hay agua bendita que valga. Porque, hijo mío, los demonios no existen, pero que los hay, los hay".
viernes, 20 de agosto de 2010
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TERRRRRRRRRRRRRRRNURA!
ResponderEliminarnananana...
sorprendes, soreta...eso haces vos.
te robé una frase.
Fuera, demonio! fuera. Te tienen que exorcizar.
ResponderEliminarque grosa que sos.
ResponderEliminarsabelo y sabelo.
Estas cosa son estupendas. Las otras, ¡más!
ResponderEliminarexisten los demonios...y algunas veces, se te aparecen disfrazados de BRUJASSSS!!!
ResponderEliminarkissessss
excelente, queremos a continuación :) :)
ResponderEliminarLos demonios osn así ;)
No debe ser legal esto de escribir así tan lindo. Pará la motito flaca...
ResponderEliminarBueno, pero si existen los demonios, entonces también los angelitos.
ResponderEliminarCuestión de buscar por cielo y tierra.
Pero los pedazos están desde que comenzó el blog.
ResponderEliminarSarna con gusto no pica, la mayoría lo pidió
Ahora absenganse porque crearon un monstruo xD
Son demonios disfrazados de ángeles!!
ResponderEliminarY sí existen por doquier esos demonios malditos!
Y así y todo no deja de ser tierna
ResponderEliminarQué grosa esta Mabel!
la Linda Blair del subdesarrollo!
ResponderEliminarHey Mabel... si la carita emoticona te parece media deforme no sabes lo que te espera si te hago YO la cara!!
ResponderEliminarjajajaja
¿El amor te está afectando?
ResponderEliminarSos, irrefutablemente 'una genia'. Abrazo
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